lunes, 16 de febrero de 2009

Alfredo Jaar, el artífice...

Alfredo Jaar, el hombre, el mago, nos pone ahí...en el lindero del abismo, nos invita a saltar. Conciente de su tiempo, de su espacio no se cuestiona el arte por el arte, nos da tierra firme: el arte como función social, politizado en diálogo con su entorno, con el mundo, nos recuerda que no somos uno, que todo se mueve y nuestra enajenación y apatía hacia el otro todavía tiene válvula de escape, que si podemos tener una comida viendo la guerra, la muerte y las injusticias no es que seamos poco humanos, no solo la indiferencia nos marca como especie, es la posibilidad de crear conciencia a través de las experiencias estéticas que él nos propone, reflexionadas, llevadas al límite de su capacidad material y entonces nos deja la otra parte a nosotros.
Lo transdisciplinario de su obra nos permite leerla entre lineas en varios sentidos, nos da una experiencia estética fuerte que nos lleva a la catarsis, sentimos el espacio, se vive la obra, entonces reflexionamos en el discurso que se puede ver en micro o macro, pero no como algo hermenéutico o subjetivo, sino con bases solidas que nos ayudan a asirlo.
La sangre por la sangre o lo explícito en este mundo indiferente no es suficiente, con un lenguaje sutil violenta nuestro espíritu, no deja espacio a la duda, si nos quiere decir algo lo hace con una frase es suficiente para meditarlo, entonces alude a la legitimidad del gobierno, de la ciencia, de los medios de producción.
La obra que elegí para evidenciarlo es la que se ve en la foto: Ram (1991). Que ataca frontalmente a las instituciones universales, ya sea religiosa, gubernamental, económica, individual con respecto al placer, moral o científica.
Con lenguaje sarcástico, y obligándonos a mirar dentro del espejo, como reflejo, trasladando esos valores, desplazando lo conceptual hacia otras dimensiones. Jugando entre categorías de poder y de representación a través del movimiento pendular de algo positivo con algo negativo.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Luis Felipe Ortega

En la Universidad del Claustro de Sor Juana, bajo el marco de los Encuentros con artistas, nos encontramos con Luis Felipe Ortega que nos platicó de su obra...o de él mejor dicho.

Artista visual, nacido en la ciudad de México(1966) egresado de la facultad de filosofía y letras, ha sido becado por diferentes instituciones, participado en catálogos, ha realizado exposiciones individuales y colectivas en México y el extranjero, su obra es comprada por galerías, museos...en suma ha legitimizado su arte a través de las instituciones y sistemas de distribución artísticas pero ¿qué se puede decir de su obra? ¿cómo operan sus procesos creativos? ¿su obra es auto sustentable? ¿trasciende mas allá de lo anecdótico y personal?...uhm no!

Linderos ya explotados y no llevados al extremo, covers de performance, que pudieron ser una propuesta re-interpretativa y no fueron.

Todos somos y estamos influenciados, si bien el plano secuencia se manifiesta en su propuesta plástica a través de los videos presantados, estos carecen de sentido discursivo y no por estar a favor de la narratividad, pero no trasciende la propuesta no se genera una lectura mas allá de lo evidente.

¿a qué le esta apostando? muy lindas citas y epigrafes que nos muestran que ha leido pero no hay una intertextualidad en sus propuestas, planas...quizá ese es el logro, ¿cómo hacer plano algo que era tridimensional y en movimiento?

Luis Felipe Ortega Remake 1994

No es de sorprender que las condiciones de posibilidad del arte mexicano y sus instituciones son las que crean estos resultados.

martes, 3 de febrero de 2009

arte vs pornografía


El cuerpo humano es el cliché del arte, su primer objeto, su primera inspiración, no es de sorprender que se ponga en público lo que se manifiesta en privado, entonces las leyes se contraponen, el bien común contra el bien personal. El arte es el medio para ser permisible lo que en la cotidianidad resulta moralmente invalido. Y es que no somos un solo humano, ni un solo cuerpo, conceptualmente hacemos valido algún argumento, nuestro ello puede negarlo y finalmente podemos vernos atrapados por la obra en el sentido del gusto mas vil.

Pero el debate es: ¿pornografía o arte? sin duda alguna complejo de por si es definir la pornografía; que por lo general se entiende como un texto o imágen que es de caracter obsceno, entonces repulsivo, detestable, que esta fuera de la norma. Teniendo esta tierra firme se comienza a diferenciar el arte, pues el arte usa como herramienta a la pornografía para decirnos algo mas, algo que no está ahí, algo que necesita ser manifestado, no es para dar gusto a si mismo o a otros en sentido sexual, no es presisamente para satisfacer nuestro libido.

Una obra que utilize como herramienta lo sexual o pornografico, en realidad esta jugando con nosotros, con nuestras o las normas ajenas, con nuestro deseo conciente o inconciente, y no solo con eso por que lo de menos y en el caso muy específico de la obra de "los penetrados" de Santiago Sierra, no es el sexo, es la carga conceptual que eso carga, si un hombre negro penetra a un hombre blanco no nos quiere decir lo mismo, no por que es inanegable la carga simbolica de la raza negra o el yugo que sobre ella ha ejercido la blanca, tampoco es lo mismo lo que la obra nos cuenta del sometimiento de los hombres hacia las mujeres, de los hombres hacia los hombres, la idea de la obra es uno sobre otro, solo hacen falta dos personas para que se establezca un juego de poder...¿quién penetra quén? ¿por qué? la obra como espejo, que se vuelva hacia uno para llevarlo a todos los niveles, personal o institucional.

Bendita sea la moral que da pie a estar fuera de ella...

bla bla bla

hagamos que tengan sentido las palabras...